sábado, 26 de noviembre de 2011

Efecto invernadero

   Según un estudio publicado conjuntamente por la FAO y el PNUMA, cada año se pierden en el mundo unos 11,3 millones de hectáreas de bosques tropicales. Las perdidas en 75 países del área tropical de América del Sur y Central, Asia y África se reparten de la siguiente manera: 23 países de Latinoamérica perdieron 5,6 millones de hectáreas (un área que equivaldría a la superficie total de Costa Rica); y 36 países de África perdieron 3,67 millones; y 16 países de Asia, dos millones. Como puede apreciarse, la mitad de la deforestación de bosques tropicales que se lleva a cavo tiene lugar en Latinoamérica.
En la Amazonia Brasileña entre los años 70 y 80 se talaron 42,6 millones de hectáreas.


 
 Si no se halla un remedio, hacia el año 2.025, el Hemisferio Sur no dispondrá de bosques aprovechables.
En los EE.UU. fue talado el 95% de sus bosques originales, y cabría aplicar a Europa un porcentaje mayor. Se calcula que para el año 2.010, todos los bosques naturales del noroeste de los EE.UU. habrán desaparecido. Solo quedarán en pie los bosques naturales y otros espacios protegidos. En Canadá se cortan cerca de 300.000 ha. de bosques cada año, y el Gobierno continúa dando licencia de tala prácticamente gratuitas.
 A principio del siglo XX, la Argentina tenía mas de cien millones de ha. de bosques naturales. A inicio de la década de los noventa la superficie arbolada apenas llegaba a los 35 millones de ha. y cada año se pierden por la tala, para aprovechar la madera, unas 500 mil ha. En ocasiones, maderas valiosas que deberían usarse en la construcción de muebles se destinan a postes y traviesas.


MOTIVOS DE LA TALA DE ÁRBOLES
Los países en desarrollo explotan sus bosques principalmente como fuente de divisa para pagar su deuda externa. pero en muchos casos la explotación requiere nuevas inversiones que solo pueden ser asumidas si se recurre a nuevos prestamos, por lo que la deuda aumenta en lugar de disminuir. Mientras la superficie arbolada continúa disminuyendo en ritmo galopante.
Si en su desarrollo económico los países del hemisferio norte no tuvieron ningún limite para explotar sus recursos naturales, ¿Porqué los países del Hemisferio Sur no pueden hacer lo mismo? Esta fue la principal razón de fondo por la que en la Conferencia de Río no se consiguió aprobar ninguna convención vinculante acerca de la protección de la selva. En su lugar, se firmó una declaración en la que sencillamente se da a entender que los países productores y los consumidores de madera son los responsables de la degradación del medio selvático.
¡Un país que no sabe controlar la deforestación y deja que llegue a limites críticos, está atentando contra su propio futuro.!


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